sábado, 8 de noviembre de 2008

Veo una toga y siento bascas

Nos informa Francisco Pérez Abellán, en su serie "Crónica negra" de Libertad Digital, que el padre de una de las niñas de Alcácer, brutalmente asesinadas hace años, podría enfrentarse a una condena de 16 años por haber faltado al respeto al tribunal que en su día juzgó el caso.

Los magistrados de este país me recuerdan a esos árbitros de fútbol que consienten el juego sucio, las patadas, las entradas salvajes, etc hasta que un jugador, lógicamente molesto con el arbitraje, hace el gesto de palmearse la mejilla, en alusión al rostro arbitral. Pueden tener por seguro de que si es visto por el árbitro, el jugador acaba expulsado fulminantemente.

Así es nuestra "Justicia", implacable y áspera con las víctimas, piadosa con los criminales y servil con los poderosos.