¿Con la victoria de Barack Obama, han ganado los progres? En realidad, de cualquier manera hubieran "ganado", pues de haber vencido en las elecciones norteamericanas John McCain, hubieran vuelto a recrearse en sus tópicos de la "América profunda" (y racista) que habría preferido a un veterano del Vietnam antes que a un distinguido ex alumno de Harvard.
La incógnita ahora es cuánto durará el idilio entre la progresía y Obama, a fin de cuentas presidente de la tan aborrecida por ellos potencia imperialista. Y la cuestión de fondo es si Obama tenderá a mantener en líneas generales la política que ha hecho que Estados Unidos siga siendo el país más competitivo del mundo (que esa es la base de su poderío político y militar, no al revés) o bien preferirá acercarse al modelo europeo (más intervencionismo, más burocracia, más Estado en suma). Eso sí, si opta por esto último, no lo va a tener fácil. En Estados Unidos todavía hay una sociedad civil, y no se reduce al 48 % de los que han votado por McCain.
Así pues, frente a la sensación que tendrá la mayoría de que hoy, con los resultados de las elecciones, se ha despejado una importante incógnita, la realidad es lo contrario. La incógnita se ha instalado en la Casa Blanca, y por una buena temporada.