viernes, 13 de junio de 2008

La derecha virtual

El Ayuntamiento de Barcelona estudia si es posible retirar del mercado The Wheelman, un videojuego de próxima aparición en España, inspirado en las películas de acción y carreras de coches, con espectaculares persecuciones, tiroteos, explosiones y todo lo que cabe esperar de este tipo de productos de entretenimiento. ¿El motivo? Que el juego transcurre en una recreación virtual de las calles de Barcelona y "es contrario -en palabras de la concejal de Educación- a los valores que caracterizan la ciudad".


No puede ser, dirá alguno. No es posible tanta imbecilidad. Pues sí, desgraciadamente lo es. Y no pensemos que tras la iniciativa del gobierno municipal está sólo el partido de la concejal, el PSC. Regidores de CiU (Sònia Recasens) y del PP (Alberto Fernández, escuchado hoy en la COPE) se han apresurado a mostrar su apoyo a las medidas contra el videojuego.

Y yo que me pregunto ¿por qué no prohibir también las películas y las novelas de temática violenta que tengan como escenario la ciudad condal? ¿Acaso no son también contrarias a sus "valores"?

Más aún. Independientemente de su localización figurada ¿no habría que impedir la difusión de todo tipo de obra literaria y audiovisual que no defienda los valores de la ecología, el pacifismo, y la Dirección General de Tráfico?

Pero qué quieren, a mí lo que me ha conmovido ha sido lo de Alberto Fernández. Es curioso. Por una parte se opone a la venta de videojuegos violentos, pero por otra se queja de que el Ayuntamiento declare Barcelona ciudad antitaurina. Se opone a la libertad de horarios comerciales, y luego protesta por que les digan a los comercios en qué idioma pueden rotular y en cuál no. Es decir, primero contribuye a prepararle el terreno a la dictadura de lo políticamente correcto, y luego se lamenta de sufrir sus consecuencias. ¿No será que cierta derecha es la recreación virtual de un videojuego? ¡Un videojuego, por descontado, creado por un programador progre!

P.S. Cualquier coincidencia del título de este post con la situación del PP nacional es mera coincidencia. O no.