Cuando muchos creíamos que había un déficit de liderazgo en el Partido Popular, va Mariano Rajoy y nos demuestra que cuando parecía que bajaba, en realidad subía. Pero más allá de la tentación vulgar de traer a cuento el típico chiste de gallegos, hay que reconocer que la estrategia de dejar encumbrarse al soberbio para que él solito (con apenas un empujoncito) se despeñe, se ha aplicado aquí con ejemplarizante maestría. El truco es tan viejo como la humanidad, pero quien lo cuenta de una manera insuperable es Jorge Luis Borges en su cuento
El muerto, uno de los relatos incluidos en
El Aleph. Reconocerá el lector fácilmente a Gallardón en Otálora, y a Rajoy en el personaje de Bandeira.
Léanlo, vale la pena, o mejor dicho, el placer.