En la era de Internet, la radio sigue teniendo un fuerza superior a cualquier otro medio de comunicación. La televisión, Internet, la prensa de papel, no están pensadas para ser atendidas mientras uno se afeita, conduce o realiza muchas otras tareas. La radio, en cambio, equivale a aquel esclavo que iba leyendo a un atareado ciudadano romano, del que no se separaba, los libros que de otro modo no hubiera tenido tiempo de embaularse. Hoy la excentricidad de un rico se ha democratizado, nos la podemos permitir todos.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Seguid siendo libres
En la era de Internet, la radio sigue teniendo un fuerza superior a cualquier otro medio de comunicación. La televisión, Internet, la prensa de papel, no están pensadas para ser atendidas mientras uno se afeita, conduce o realiza muchas otras tareas. La radio, en cambio, equivale a aquel esclavo que iba leyendo a un atareado ciudadano romano, del que no se separaba, los libros que de otro modo no hubiera tenido tiempo de embaularse. Hoy la excentricidad de un rico se ha democratizado, nos la podemos permitir todos.