Yael Farache, una joven periodista de origen venezolano y judío que reside en Canadá ha publicado en su blog este artículo, sobre el que nos ha llamado la atención el blog El rey está desnudo:
La verdad acerca de Pablo Iglesias y su partido político Podemos
Aunque es algo largo (unas 35 páginas de texto impreso), recomiendo encarecidamente leerlo y difundirlo todo lo posible. Naturalmente, mucha gente dirá que en España es imposible que ocurra lo que pasó en Venezuela, y acaso tenga razón. Pero tomarse a broma Podemos podría tener el efecto de que lo que parece imposible, se hiciera realidad. Yael destaca el primer paso del proceso dictatorial, que es abrir un período constituyente, como hizo Chávez. No se trataría de una mera reforma de la constitución, sino de escribir una nueva de arriba a abajo, que supondría el fin del Estado de Derecho.
Yael muestra convincentemente que Podemos sigue el guión del dictador chavista, que a su vez es el guión del castrismo. El lenguaje de radicalismo democrático e indignación ética que emplea es sólo un medio para adormecer a las masas, y provocar la incredulidad ante las acusaciones de que pretende implantar una dictadura.
Todo esto puede parecer ya sabido, pero en realidad, se tiende a pensar que Podemos son sólo unos ultraizquierdistas más, con especial talento para el márketing. En realidad, según Yael tienen un plan concreto para alcanzar el poder y para, una vez en él, que sea casi imposible desalojarlos, porque se habrán cargado el Estado de Derecho.
¿Puede esto ocurrir en un país de la UE y la OTAN? Parece política-ficción, pero tampoco nadie esperaba que Iglesias Turrión obtuviera cinco eurodiputados.
Por supuesto, la solución no es votar al PP (ni, desde luego, al PSOE), porque eso supone sólo premiar a los partidos que han creado las condiciones para que tenga éxito en España la fórmula bolivariana. Es preciso proponer un recambio al PPSOE que sea a la vez un antiPodemos. Santiago Abascal, en su último artículo en LD, ha dicho que el problema más urgente es el separatista, porque en caso de fragmentarse España, posiblemente sería algo irreversible. Tiene razón, pero pienso que si Podemos, con el apoyo de otras formaciones de izquierdas, llega al poder, también podría tratarse de una situación casi igualmente irreversible. La hora es crítica.