sábado, 9 de octubre de 2010

El caso JAG y la Policía Socialista

Debo confesar que las noticias de los últimos años sobre el caso Malaya me aburrieron soberanamente desde el principio. Aunque la corrupción en Marbella fuese superior a la de cualquier otro municipio de España, todo el mundo sabe que se trata de un fenómeno generalizado, provocado por las competencias en la regulación del suelo y la concesión de licencias de actividad económica de los ayuntamientos.

Mientras la naturaleza humana no cambie, habrá corrupción. Pero es evidente que si se limitara el poder de los funcionarios y cargos políticos, disminuirían los sobornos. Ello además redundaría en un abaratamiento del suelo y de otros productos y servicios, al reducirse los costes legales e ilegales de las empresas, y establecerse una competencia más limpia, sin el juego subterráneo de contactos y amiguismos.

Mucho más interesante es el caso JAG. Aquí tenemos ya el ingrediente de las mejores novelas o películas de género negro: Corrupción en los niveles más altos, ya no de la administración local, sino del Estado. Algunos objetarán que unas meras siglas no demuestran nada. Esto es incontestable, pero no es verdad que sólo tengamos unas siglas. Si Roca pagó doscientos mil euros por recibir información sobre la investigación policial de que era objeto, el círculo de personas cuyas iniciales pueden (casualmente o no) ser JAG, y además encontrarse en situación de proporcionar dicha información, se restringe considerablemente.

José María Izquierdo ironiza sobre los "apellidos irrepetibles en España", concediendo involuntariamente que es más probable que JAG se corresponda con, pongamos por caso, Juan Antonio González, que con, pongamos también por caso, Junípero Adalberto Gorostiague. De lo contrario, ¿cómo sabe que se trata de apellidos demasiado comunes para llegar a conclusiones "jurídico-penalmente relevantes", que dijo un pedantísimo -y algo peor- magistrado? Desde luego, no creo que tuviera tantos escrúpulos deductivos con las siglas LB o el sobrenombre Luis el Cabrón, que hicieron las delicias del medio donde escribe.

También se chotea sutilmente Izquierdo de quienes acusan al tal JAG de ser un lacayo del gobierno socialista, aduciendo que el hombre ha ocupado cargos desde 1981, con UCD, el PSOE y el PP. Sin embargo, no menciona que sus principales ascensos, en 1992, 1996 y 2004 coincidieron con gobiernos socialistas, sin contar con la reciente demostración de confianza de Rubalcaba, encargándole de controlar todas las investigaciones de cargos públicos (dicho en plata: el acoso mediático-judicial contra la oposición). Y significativamente, tampoco recuerda que JAG (suponiendo que sea quien muchos creen) ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 1972. Hay que reconocer que sería poco oportuno ponerse a defender a "uno de los nuestros" recordando sus inicios bajo el régimen franquista. Eso sólo se hace cuando gobierna el PP, claro.

La reacción de otros medios de izquierdas no se correponde tampoco con lo que uno entiende por periodismo crítico con el poder. Para elplural.com, el PP presta credibilidad a la identificación de JAG con Juan Antonio González por ser el responsable policial del caso Gürtel. Hay que ver qué suspicaz es la derecha. Pues porque el ministro de Justicia, un juez y un policía (cuyas iniciales son también JAG, ¡qué cosas!) se van juntos de cacería, y porque un sumario supuestamente secreto se va filtrando por capítulos diarios en primera página de El País, durante meses y meses... ¿pues no van y exigen explicaciones?

El caso JAG, al igual que el GAL, las irregularidades en la investigación del 11-M y el caso del Bar Faisán, demuestran que en España existe desde hace casi tres décadas una Policía Socialista que se mantiene organizada sea cual sea el partido gobernante, aunque trabaja para que dicho partido no sea otro que el PSOE. Aparte, claro está, de trincar todo lo que pueda, en forma de recompensas, ascensos y otros premios en metálico o en especie. Este fue el gran éxito de Felipe González, desactivar el golpismo de los militares, creando un Estado policial.

Algunos enlaces que permiten ampliar la información sobre el caso JAG que proporcionan la mayoría de los medios, son los siguientes:

Diagonalweb es un periódico izquierdista que ya en 2006 asociaba a JAG con el jefe de la policía judicial. Véase:

http://www.diagonalperiodico.net/El-jefe-de-la-Policia-Judicial.html

EcoDiario ofrece algunos detalles adicionales aquí:

http://ecodiario.eleconomista.es/espana/noticias/2508386/10/10/Roca-destruyo-15-cajas-con-pruebas-de-Malaya-tras-un-chivatazo-policial.html

El Confidencial de Jesús Cacho se ha destacado especialmente con su seguimiento del caso. Entre los muchos artículos relacionados, destaco:

http://www.elconfidencial.com/cache/2009/02/18/espana_89_garganta_profunda_aspira_trono_rubalcaba.html

http://www.elconfidencial.com/cache/2009/02/20/espana_3_inspectores_malaya_dimitieron_dejarles_investigar_policia.html

http://www.elconfidencial.com/espana/malaya-torres-protegio-comisario-general-policia-interior-20101007-70268.html

http://www.elconfidencial.com/espana/exculpacion-mandos-udyco-clave-juicio-malaya-20101008-70298.html