martes, 14 de septiembre de 2010

Contador de neoliberalismos

El diario El País es conocido popularmente como el boletín oficial del PSOE, aunque actualmente sería quizás más preciso llamarlo boletín de Interior, dedicado a filtrar en primera página, un día sí y el otro también, las informaciones policiales sobre los casos de corrupción que supuestamente afectan a la oposición. Pero conviene no desdeñar la influencia que sigue ejerciendo como guía espiritual de la progresía española, hasta el punto de que podríamos definir al progre ibérico como una persona que forma su opinión leyendo el periódico de PRISA.

Una característica inconfundible de El País es el uso, con intención obviamente peyorativa, del término neoliberal, que aparece prácticamente todos los días, tanto en las secciones de noticias como de opinión. Para ser más exactos, en el año 2009, el propio buscador de elpais.com ofrece 246 resultados para neoliberal. Es decir, una media de casi cinco veces por semana. (Como término de comparación, el digital elmundo.es, en el mismo año, utiliza el mismo término 53 veces.) Por supuesto, si en la búsqueda incluimos sinónimos como ultraliberalismo, capitalismo salvaje, etc, la frecuencia media seguramente se eleva a varias menciones diarias. Todo un bombardeo ideológico que sufren -la mayoría con gusto- los lectores del rotativo.

En El País de ayer lunes, sin ir más lejos, la palabra se utiliza dos veces. Así, Almudena Grandes en su columna pone como ejemplo paradigmático de neoliberalismo el anuncio del jefe de Ryanair de reducir a uno solo los pilotos por avión, a fin de ahorrar. Como suele suceder, el ejemplo es incompleto y tendencioso, porque si el liberalismo es que las empresas puedan tomar decisiones con las mínimas interferencias del gobierno, también lo es que los consumidores puedan elegir en qué compañías volar. En todo caso, si los empresarios son tan incorregiblemente malos, cuesta entender por qué los políticos tienen que ser tan buenos, perteneciendo a la especie Homo Sapiens ambas tipologías.

Seguramente, la cuestión de qué entiende el progre por neoliberalismo nos llevaría a una definición circular: Lo que el diario de los progres entiende por tal. Sin entrar a fondo en ello, salta a la vista la función estigmatizadora del prefijo neo. Es que cargar contra el liberalismo sin más, que está en las raíces de nuestra cultura política, aún suena mal. En cambio, neoliberalismo tiene la suficiente connotación tecnocrática, alusiva a organismos como el FMI, que de liberales tienen tanto como yo me sé.

No carecería de interés que instituyéramos un contador de neoliberalismos, con el fin de comprobar las veces que puede llegar a aparecer el dichoso vocablo el mismo día, semana o mes, en un periódico o varios. Cobraríamos de este modo una consciencia más exacta de la formidable intensidad de la propaganda antiliberal, lo que podría ser útil a la hora de contrarrestarla. Tarea cuantitativamente nada fácil.

neoliberalismo.

1. m. Teoría política que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado. [RAE.]

2. m. Aparición del término "neoliberal" o sus derivados en un medio de comunicación, generalmente con sentido peyorativo. [CLD.]