domingo, 15 de febrero de 2009

Medidas de verdad contra la crisis

España se dirige a pasos agigantados, por la conjunción fatal de la crisis económica y el gobierno de Rodríguez Zapatero, hacia la argentinización. En la oposición no falta gente lúcida como Alejandro Fernández que lo está señalando, pero el mensaje oficial del PP es tan timorato (por decirlo suavemente) que el gobernador del Banco de España parece por contraste un radical.

Jorge Valín propone en un artículo claro, breve y contundente (Medidas contra el colapso laboral, publicado en LD) las medidas que transcribo a continuación para combatir la crisis económica, y por tanto también la política. Hay que difundirlas todo lo posible, sin esperar a que ningún partido político las adopte. Es el momento de la sociedad civil.

Medidas de Valín:
  • Permitir el libre despido en todos los sectores: Penalizar el despido equivale a penalizar la contratación. Si es absurdo que a una empresa se le pongan problemas para contratar a gente, también lo es obstaculizarle que pueda despedir a empleados. Lo primero que pregunta una compañía cuando entra en un país es cuánto le costará irse. Si los costes son elevados, se irá a otras regiones más baratas como China o Marruecos, o más productivas como Alemania y Francia.
  • Eliminar el salario mínimo (SMI): La gente con poca destreza laboral o de nueva incorporación sólo cuenta con una ventaja comparativa respecto a la hábil y experimentada: cobra menos. Si por decreto los políticos le asignan el mismo sueldo que una persona experimentada, inevitablemente se quedará desempleada. En España, el 30% de los jóvenes están parados. El SMI es su principal obstáculo para encontrar un trabajo, aprender, ahorrar y prosperar.
  • Eliminar el 50% de los funcionarios: España tiene el mismo número de funcionarios que Alemania con la mitad de población. La economía de verdad, la que sirve al consumidor y a la gente, necesita que el máximo número de personas estén en el sector privado dando valor al mercado. Los funcionarios, aparte de para comprar votos, sólo sirven para vivir de nuestras rentas sin producir nada.
  • Eliminar el Servicio Público de Empleo Estatal (INEM): El INEM es incapaz de colocar a nadie. Sus servicios sólo causan frustración y desespero. Las ETT ya se han ofrecido para recolocar parados sin coste alguno para el Estado. Estas empresas han de poder dar trabajos permanentes sustituyendo al ineficiente INEM. Sólo Infojobs da empleo a un millón de personas al año. Permitamos que crezca.
  • Eliminar los impuestos a empresas y trabajadores: La mitad de su salario real son impuestos. Si el Gobierno quiere aumentar nuestras rentas y crear más empleos de forma inmediata, ha de erradicar el robo tributario, aunque sea temporalmente.
  • Reducir drásticamente o eliminar el subsidio de desempleo: Cuanto más dure el subsidio de desempleo, más durará la estancia en el paro. Mucha gente se toma meses sabáticos al quedarse sin trabajo. Entre los jóvenes especialmente, las rentas del subsidio son más altas que las de muchos empleos. Cobrar sin hacer nada. ¿Quién se puede negar a algo así? Pero, ¿cómo esperamos levantar un país donde la gente quiere vivir del Estado, cuando es el Estado quien vive de nosotros? En esta fórmula sólo hay pérdidas netas totales.
  • Eliminar los trámites burocráticos para la creación de empresas: Un empresario en España necesita el doble de procedimientos burocráticos para abrir su negocio que la media de los necesarios en los países de la OCDE. Si usted quiere crear una peluquería en Aragón, le costará unos 200 días sólo en trámites. Esto no le hará cortar el pelo mejor a sus clientes.
  • Eliminar todas las subvenciones: El dinero que el Estado nos arrebata para dárselo a sus amigos, actores, medios de comunicación, agricultores, empresas ecologistas, etc. son éticamente un robo y económicamente un despilfarro que castiga la productividad y los designios del consumidor. Las subvenciones son un intento de economía dirigida y compra de votos que sólo distribuye el dinero de muchos hacia unos pocos que quieren vivir a costa de los demás. Es parasitismo en estado puro.
  • Eliminar las licencias: Si usted sabe cocinar, puede abrir un puesto de comida. El mercado, y no las absurdas licencias del Estado, decidirán si usted sirve bien la comida o no.
Véase también, en esta línea, El Manifiesto de las Clases Medias, de Enrique de Diego, un texto fundamental. Esto podrá ser utópico, pero sólo con que se cumpliera semejante programa en un tercera parte, el progreso sería fenomenal.