Vía Barcepundit, me entero de que Hermann Terstch escribe en ABC (uno de los medios que ha apoyado más fieramente la versión oficial del 11-M) que su salida de El País tuvo que ver precisamente con su "puñetera manía de albergar dudas", en este caso acerca de la explicación que nos han vendido de los atentados del 11 de marzo. Atentados que compara con uno cometido hace 40 años en Alemania y cuya verdad acaba de descubrirse ahora. "No se trata de hacer paralelismo alguno", dice Tertsch, pero el caso es que los hace. Ignoro si nosotros tardaremos cuarenta años en saber la verdad, pero me pregunto si no estaremos asistiendo a los primeros síntomas de resquebrajamiento del bloque oficialista, el de la "verdad judicial" y vale ya.
Si algún día la verdad aflora, al menos en parte, quienes van a quedar en posición más desairada son aquellos que pese a ser críticos con el zapaterismo no han querido ni oír hablar de cuestionar la VO; sospecho que, en el fondo, para que no los confundan con oyentes de Jiménez Losantos, ya saben, esa plebe de taxistas, conserjes y quiosqueros, puaj.
Y ah, por cierto, a ver cuándo Intereconomía TV dice algo del 11-M. Que lo de la gripe A en los cuarteles ya aburre hasta a las ovejas. (De las demás cadenas no hablo, sé que sería pedir demasiado.)