Casi nadie discute que el FC Barcelona es ahora mismo el mejor equipo de fútbol de España, y tal vez del mundo. Sin embargo, los aficionados de su gran rival, el Real Madrid, siempre tienen a mano el consuelo de la historia: Las 31 Ligas frente a las 19 del Barça, y las 9 Copas de Europa, frente a las 3 del conjunto azulgrana.
Desde luego, los números son incontrovertibles, y los intentos, tanto de unos como de otros, de devaluar los títulos obtenidos en distintas circunstancias históricas no van más allá de lo patético. Los barcelonistas, que si Franco nos quitó a Di Stéfano y los árbitros favorecían al "equipo del régimen". Los madridistas, que si la Champions actual, con eliminatorias a dos partidos y la participación de los segundos clasificados en las ligas nacionales no es tan viril como las competiciones que ganaron ellos... Todo eso no son más que excusas de mal pagador, intentos vanos de restar validez a los éxitos del rival, que ahí están y no se pueden borrar.
En este sentido, hay que reconocer que los madridistas tienen motivos para sentirse orgullosos de su historia. Pero cuidado, las estadísticas demuestran que la hegemonía indiscutible del Madrid es eso, historia, al menos si nos atenemos a las últimas dos décadas. Desde 1990, el Barça ha ganado 9 ligas, frente a 7 del Madrid. Y en Copas de Europa, después de la gesta del miércoles frente al Manchester United, han quedado empatados a 3. Si prestamos atención a los otros títulos, como la Copa del Rey, la Supercopa de España o la Supercopa de Europa, el Barça supera también globalmente a su eterno rival, y sólo se le resiste el trofeo de la Intercontinental, que el Madrid ha obtenido dos veces en los tiempos recientes. Y aunque no se trate de un título oficial, el Barcelona puede presumir ahora de ser el único equipo español en haber conseguido el triplete.
No es exagerado decir, por tanto, que en esta temporada se ha consolidado definitivamente el sorpasso del FC Barcelona que empezó a gestarse en la era de Cruyff, y que en la última década parecía haber perdido algo de fuerza (4 ligas del Madrid frente a 3 del Barça). Como barcelonista, mi felicidad sería completa si además los nacionalistas quitaran de una vez sus sucias manos del Barça, pero me temo que no caerá esa breva.