sábado, 9 de mayo de 2009

El misterio de la Atlántida (y yo que me lo creo)

Conozco pocas cosas más ociosas que las especulaciones acerca de si la Atlántida existió y dónde podría estar sumergida. Como es sabido, Platón en dos de sus Diálogos, el Timeo y el Critias, se refiere a una civilización que habría florecido 9.000 años antes de Solón (o sea , hacia el 9.600 a.C.) en una isla situada en algún lugar impreciso del Océano Atlántico, y que se habría enfrentado con los antiguos atenienses, antes de que un terremoto la sepultara bajo el mar. La datación, desde luego, bastaría ya para ponernos sobre aviso de que se trata de una pura fabulación, pues se considera que el Neolítico empezó como muy pronto en Oriente Medio hacia el 8.000 a.C. Y la escritura, único medio concebible de transmisión de noticias tan antiguas, surgió muchos miles de años de después, hacia el 4.000 a.C.

Pero lo esencial no es tanto la información que aporta Platón (podría estar deformada pero tener un fondo de verdad) como el contexto. Platón es un filósofo, no es un historiador ni un geógrafo, como por ejemplo Heródoto o Estrabón, que por cierto jamás hablaron de la isla en cuestión. De hecho, en sus obras emplea con profusión el género del relato mítico-simbólico, y no existe absolutamente ningún motivo para distinguir la fábula de la Atlántida de las que aparecen en otros lugares de sus escritos. Vamos, al menos no más que el que podría existir respecto a la Utopía de Tomás Moro o el Macondo de García Márquez.

Pero hete aquí que durante siglos, las mentes fantasiosas se han encaprichado con el tema de la Atlántida, e incluso se han realizado numerosos intentos de hallar su ubicación. El último ha sido a través de Google Earth: Analizando los mapas de los fondos marinos accesibles a través de esta aplicación, el ingeniero aeronáutico Bernie Banford descubrió la siguiente imagen a unos 1.000 km al oeste de las Islas Canarias:



Que la imagen se encuentra realmente en Google Earth (al menos mientras no lo actualicen) podéis comprobarlo vosotros mismos, en las coordenadas 31º 21' de latitud Norte, y 24º 19' de longitud Oeste.

Hay que decir, eso sí, que según un comunicado de Google, lo que parecen restos arqueológicos de antiguas construcciones es en realidad el rastro en el agua de embarcaciones que participan, precisamente, en la cartografía de los fondos marinos para el gigante de internet. Por eso seguramente en la próxima actualización desaparecerán.

Por supuesto, no será la última vez que veremos a algún majadero afirmando haber descubierto la Atlántida. Es curioso como, en esta época que se cree tan científica, los mitos y las supercherías se resisten a desaparecer, y muchísima gente sigue creyendo en los horóscopos, en los amuletos y hasta en el socialismo.