domingo, 28 de febrero de 2010

Pedagogía progre: hazañas de ayer y hoy

Escolares de cinco o seis años están enviando cartas a la embajada de Israel en Madrid con frases como "los judíos matan por dinero", "evacuar [sic] el país para los palestinos" o "ir [sic] a algún lugar donde alguien esté dispuesto a aceptaros". (Noticia en LD.) Desgraciadamente, este tipo de cosas ya no nos sorprenden. Los jóvenes pueden llegar a la Universidad escribiendo con faltas ortográficas, pero eso sí, desde la más tierna edad les inculcan, mientras dibujan palomas de la paz, lo malos que son Israel, los Estados Unidos y el capitalismo global.

Lo que ya me ha parecido recochineo, sinceramente, son las palabras del diplomático español Juan Barba, expresando sus dudas acerca de si esas cartas "fueron escritas por los menores motu proprio o si hay detrás una incitación por parte de los profesores, lo que sería más grave". Claro, quién sabe si niños de cinco o seis años, después de ver un informativo en la tele, no han reflexionado en profundidad acerca del conflicto palestino-israelí, y tras consultar en internet la dirección de la embajada hebrea, han decidido coordinadamente canalizar por escrito su descontento.

Decía yo hace poco, y perdón por la autocita, que nuestras escuelas no han recaído en los extremos de la pedagogía "moderna" de Ferrer Guardia, ensayada en la Barcelona de principios del siglo XX. Creo que pecaba de ingenuo. Vean algunas muestras de lo que escribían niños de entre nueve y doce años, y que según aquel botarate fusilado en 1909 no habían recibido ninguna "orientación en determinado sentido de la opinión", sino que con "genial espontaneidad (...) exteriorizaban su manera peculiar de sentir, libres de preocupaciones y convencionalismos". Estos fragmentos están extraídos del libro de Ferrer Guardia, La Escuela Moderna:

"El obrero habita en casa pequeña y oscura, come poco y mal y no va en coche como el burgués. Si el obrero quisiera, todo sería suyo; si no, que se cuenten los obreros y los burgueses, ¿de cuáles hay más? Pues como los obreros son más, pronto, o mejor dicho, en seguida obtendrían su deseo." (Niño de 9 años.)

"¿Quiénes son los que disfrutan del trabajo producido por los obreros? Los ricos. ¿Para qué sirven los ricos? Estos hombres son improductivos, por lo que se les puede comparar con las abejas, sino que éstas tienen más conocimiento, porque matan a los parásitos." (Niño de 12 años.)

"El trabajador es esclavo del burgués... Mientras los ricos se recrean en jardines y paseos, hay trabajadores a quien sus hijos les piden pan y no tienen para dárselo. ¿Por qué sucede esto? Porque los ricos lo acaparan todo." (Niña de 12 años.)

"Entre las faltas del género humano se encuentran la mentira, la hipocresía y el egoísmo. Si los hombres estuvieran más instruidos y principalmente las mujeres, enteramente iguales al hombre, esas faltas desaparecerían. Los padres no enseñarían a sus hijos en escuelas religiosas, que inculcan ideas falsas, sino que los llevarían a las escuelas racionales donde no se enseña lo sobrenatural, lo que no existe; ni tampoco a guerrear, sino a solidarizarse todos y a practicar el trabajo en común." (Niña de 10 años.)

Hoy hemos avanzado mucho. A los cinco años, nuestros niños ya escriben proclamas antisemitas. A los diez, seguro que ya saben que el origen de todos los males está en el ultraliberalismo y que los casquetes polares se habrán fundido antes de que practiquen su primer botellón. ¡El futuro es suyo!

Apuntes del subsuelo

Hace un par de semanas, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, llamaba a los socialistas a "invadir" la red, que en su opinión está en manos de la "extrema derecha". Obviamente, no se refería a FE de las JONS, ni a Democracia Nacional, sino a lo que en el PSOE y sus medios afines entienden por extrema derecha: Libertad Digital y la nube de blogs liberales próximos, entre otros. Pues nada, a los tres días, José María Izquierdo, ex corresponsal en La Habana, y veterano hombre de PRISA, recoge el guante y abre un blog alojado en El País, titulado El ojo izquierdo, en el que se dedica a hacer una revista de la prensa "cavernaria", básicamente de El Mundo, La Razón y ABC, con alguna escapada a internet y esRadio. El domingo siguiente, 21 de febrero, en El País, presentaba el nuevo sitio de manera harto elocuente. Entre las expresiones utilizadas para describir a quienes osan discrepar de la Verdad Establecida del progresismo, encontramos, en un artículo de unas quinientas palabras: "ultraderechista", "reaccionarios", "panorama aterrador", "monocorde discurso antidemocrático, en ocasiones al borde del fascismo", "ladran, pero muerden", "foie indigerible por monstruoso", "vómito", "sapos y culebras", "virulencia", "brutalidad", "rata del subsuelo bloguero ultraderechista", "ponzoña"...

Si navegamos por el blog, descubriremos que el nivel argumentativo no es mucho más elevado. Aparte de los sarcasmos rutinarios, las entradas de la primera quincena hacen honor al artículo de presentación. Aquí se nos informa de que la derecha española es "vociferente" y "venenosa", y leemos acerca del "ruidoso fluir de la saliva de los amarillos dientes de los hiénidos", de "carroña", "cloacas", "inmundicia", "paletada de basurillas", "rugir el circo", "guardianes del espíritu racial", "gruñidos y caos", "graznan, mugen, berrean", "carcundia", "obscenidades", "charca", "pantano", "cenagal", "fango" y "montaña de estiércol".

Hay que decir, para acabar de situar esto en su adecuado contexto, que el 22 de febrero, el mismo periódico publicaba otro artículo en el que cargaba contra las tertulias conservadoras de Intereconomía, Veo 7 y Libertad Digital TV, y de manera nada solapada sugería que habría que reconsiderar la concesión de licencias, es decir, defendía la censura de los medios críticos con el gobierno socialista.

Naturalmente, en un sistema democrático, esto no se podría plantear de un día para otro. Es necesaria una labor previa de escarnio, deshumanización y cosificación del enemigo, antes de que un ataque a la libertad de expresión pudiera tener suficiente apoyo, o por lo menos indiferencia social. Y es aquí donde entran los gruñidos y las cloacas. Es harto difícil justificar el cierre de un medio de comunicación, incluso de un modesto blog. Pero si se trata de una rata, o una hiena, la cosa parece más asequible.

Personajes lamentables como éste son los que pretenden dar lecciones de ética, de democracia y hasta de estilo. Pero en realidad, debemos estarles agradecidos, porque nos confirman que nos encontramos en el lado correcto.

domingo, 21 de febrero de 2010

Política gore

Primero los sindicatos se manifiestan contra los empresarios. Luego, mandan a su puta casa al gobernador del Banco de España. Y siempre, contra la oposición. Ahora, Méndez ha comparado una eventual reforma laboral del PP con la matanza de Texas. La cuestión es infundir odio, y sobre todo miedo, como en las películas de terror. Miedo a las reformas, miedo a que la España subsidiada deje de serlo, a que quienes llevan años apoltronados pierdan sus privilegios. Ha dicho el secretario general de UGT que la reforma laboral no servirá de nada, que ya ha habido más de cincuenta. No sé qué entenderá este hombre por reforma laboral, pero de lo que no hay duda, es que no ve solución al desempleo, ni parece que le preocupe mucho. ¿Por qué habría de preocuparle, si él y decenas de miles de liberados sindicales viven de las subvenciones del gobierno, y no de las cuotas de los escasos afiliados? Desde luego, entiendo que muchos que llevan años viviendo del cuento, estén aterrorizados. Mira que si tuvieran que volver a trabajar... Por eso les conviene el terror, el mejor aliado del inmovilismo estructural, del régimen clientelar y chupóptero. En una palabra, del socialismo.

Dobermans y motosierras. Donde estén las emociones, que se quiten las ideas.

sábado, 20 de febrero de 2010

Nuestro moralismo barato de cada día

Ayer escuché en la tele a alguien que hablando de Arco decía: "El arte debe ser crítico". Lo primero que me pregunto cuando oigo tópicos tan sobados es ¿y por qué? Que yo sepa, cuando Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina o esculpió el David no pretendió ser crítico. En primer lugar, el arte debería ser arte, y si es así, ya cumple un mínimo requisito moral: No ofender al público.

También se dice que los humoristas deben ser críticos, y tampoco sé muy bien por qué. Yo pensaba que la función principal del humor es hacer reír, no dar lecciones éticas. Experimento una especial prevención hacia los humoristas gráficos de los periódicos. Aunque los hay por supuesto muy brillantes, la mayoría están estropeados por la absurda idea de que han de transmitir un mensaje supuestamente crítico. Sin ir más lejos, el chiste de Idígoras y Pachi de El Mundo de hoy ilustra (nunca mejor dicho) lo que quiero decir:


El recurso facilón de "golpear la consciencia de Occidente" para que el lector occidental, paradójicamente, se sienta muy culpable y por tanto muy bueno, produce ya hastío. Pero lo que asquea de verdad es la nulidad intelectual subyacente. Así que Occidente es culpable de la ruina de un país que ha pasado de un régimen soviético a otro islamista, y que ahora se halla en una verdadera guerra civil, entre los talibanes apoyados por los servicios secretos paquistaníes, y el gobierno relativamente democrático sostenido por diversos países liderados por los Estados Unidos -con España, según el gobierno, encargada del reparto de aspirinas...

Por cierto, no creo que los talibanes permitieran siquiera las diapositivas, no digamos el PowerPoint, ni la música, que como es sabido llegaron a prohibir durante su pasada dominación. Pero como somos muy buenos (muy críticos) repitamos todos juntos "no-a-la-guerra, no-a-la-guerra", y los problemas se solucionarán como por ensalmo.

martes, 16 de febrero de 2010

La dudosa neutralidad del rey [ACTUALIZADO]

De mi artículo en Semanario Atlántico:

Según la Constitución española, el rey “arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones”. De ahí que su llamamiento a “amplios acuerdos para superar juntos” la profunda crisis económica en la que se halla sumida España, bien puede parecer perfectamente acorde con la función de la más alta magistratura del país. Sin embargo, por el momento y la forma en que llega, es lícito preguntarse si el árbitro no cojea en exceso del pie izquierdo. (Sigue.)

Tampoco os perdáis El rey de bastos, de Persio, breve y demoledor. Y a la espera estamos del que escribirá Jiménez Losantos (en su columna de mañana, creo) en respuesta a un artículo de Ussía.

ACTUALIZACIÓN 17-02-10: He aquí el artículo de Jiménez Losantos, Lo del Rey. Ayer me olvidaba de enlazar también el artículo de Jesús Cacho, del que se hace eco Barcepundit.

ACTUALIZACIÓN 19-02-10: Mi artículo, también publicado por Libertad Digital.

domingo, 14 de febrero de 2010

Anticapitalismo e ignorancia

Las aportaciones oratorias de Hugo Chávez son incesantes. Con motivo de la inauguración de un nuevo mercado estatal, en los locales expropiados a la cadena Éxito, el tirano caribeño ha afirmado que los venezolanos podrán adquirir en ellos productos a "precios justos", sin la "plusvalía capitalista". Por supuesto, lo que ocurrirá es que pronto no habrá existencias de tales productos en las estanterías, y se formarán colas kilométricas para adquirir las escasas existencias. Eliminado el incentivo del beneficio, tanto productores como distribuidores serían muy estúpidos si no decidieran dedicarse a otra cosa. ¿Quién estaría dispuesto a conllevar los riesgos, preocupaciones y desvelos de un negocio, pagar impuestos, afrontar inspecciones y mordidas de funcionarios corruptos, y poner dinero de su bolsillo cuando las cosas van mal, todo ello para ganar lo mismo que un empleado? El resultado es que la producción se derrumbará, con los consabidos efectos de racionamiento, mercado negro y penuria generalizada.

Todo esto es elemental, lo deberían saber no ya los economistas, sino cualquier persona de un mínimo nivel cultural, o con una cierta experiencia de la vida. O dicho de otra manera, hablar de "precios justos", no sujetos a la oferta y la demanda en un mercado libre, es una imbecilidad de un calibre tal que tira de espaldas.

Sin embargo, enormidades por el estilo se escuchan también en economías desarrolladas como la nuestra, cuando algunos claman contra los intermediarios que encarecen los productos agrícolas, como si los costes de transporte, almacenaje, etiquetado, etc, fueran invisibles. Los manuales de Educación para la Ciudadanía, y no me refiero a los más radicales, abundan en la retórica anticapitalista de "otro mundo es posible", defienden el llamado "comercio justo" y abogan igualmente por eliminar los intermediarios comerciales. No hablemos ya de buena parte de las televisiones y demás medios de comunicación, que a través de informativos, reportajes y tertulias difunden a diario esta clase de memeces. Y a esto, que supone retroceder a una mentalidad medieval, recelosa del comercio y el lucro, lo llaman progresismo.

Algo falla en una civilización cuando las nociones más básicas no se transmiten adecuadamente, encontrando los errores más groseros terreno propicio para su difusión. En un programa de la emisora Catalunya Informació en el que entrevistaban a diputados del parlamento autonómico, una de las preguntas solía ser del tipo "¿cuál es la raíz cuadrada de 25?". La mayoría se excusaban con una risita, diciendo que eran de letras. Con este nivel, en personas que por lo general ostentan un título universitario, no debería sorprendernos que la población general sea tan ignorante de los mínimos rudimentos de economía. Peligrosamente ignorante.

miércoles, 10 de febrero de 2010

De Franco a Zapatero

Semanario Atlántico ha publicado mi artículo "De Franco a Zapatero":

Cerca de cumplirse los seis años de gobierno de Rodríguez Zapatero, podemos afirmar que se trata del presidente más desastroso de la democracia instaurada en España tras la muerte de Franco. La renta per cápita se ha reducido en 150 euros respecto a 2004. El desempleo ha aumentado en dos millones de personas. El déficit público supera el 11 por ciento. El Producto Interior Bruto se ha contraído en un 4 por ciento… Y los problemas no son sólo económicos. (Sigue.)

martes, 9 de febrero de 2010

Según el crítico de arte John Berger, "el fascismo económico se ha impuesto en el mundo". Me declaro incapaz de entender lo que significa "fascismo económico", aunque intuyo que a este señor lo que le gusta es el "socialismo económico" de Hugo Chávez ("¡exprópiese!"). Toda la vida habíamos hablado de fascismo y socialismo a secas, y ahora resulta que lo decíamos mal. En fin, siempre se aprende algo. (Hoy, que se puede ser crítico de arte y gilipollas.)

lunes, 8 de febrero de 2010

La astucia del Poder

Lección magistral de Lorenzo Bernaldo de Quirós sobre la principal amenaza contra el liberalismo. No se trata de cosas que no sepamos, pero es difícil decirlo con mayor propiedad. Transcribo algunos fragmentos, pero por supuesto es obligado leerlo entero:

"En la práctica, el utilitarismo, con diversos matices y en sus diferentes versiones, ha sido uno de los vehículos intelectuales más potentes para liberar al poder de sus ataduras, para conceder a los gobernantes la justificación para aumentar sus atribuciones, para diseñar y ejecutar programas de ingeniería social tanto global como fragmentaria. (...) Ha constituido un factor clave para la aceptación de muchas medidas anti-liberales y también ha servido para debilitar la filosofía legal sobre que sostiene la garantía judicial de las libertades del individuo en la doctrina liberal clásica. (...)

La idea de que el gobierno puede y debe resolver todos los problemas se ha convertido en un movimiento dominante y/o muy influyente. En este ethos intelectual, el ideal del gobierno limitado goza de un frágil apoyo agravado por las mutaciones generadas en el entorno constitucional clásico por el funcionamiento del moderno proceso democrático. Cuando la democracia deja de ser un simple procedimiento para cambiar a los gobernantes sin derramamiento de sangre para transformarse en un medio para conseguir fines concretos mediante el uso de la fuerza, las restricciones a la acción estatal saltan en pedazos. (...)

La división de poderes entre el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial sólo tiene sentido en tanto se entiende la Ley como una norma general. Cuando la normativa constitucional considera a ciertos órganos competentes para emitir leyes dentro de un cierto procedimiento, es claro, que se da por supuesto un concepto previo de la Ley. Sería un abuso político y una corrupción intelectual invertir esa relación y designar como Ley (en sentido formal) todo lo sancionado por los legisladores. En un Estado de Derecho impera la Ley en sentido sustantivo y la actividad de todos los órganos del Estado está sometida a ella. De esta manera, el constitucionalismo liberal pretendía impedir que las instancias con competencia legislativa colocasen su propio imperio en lugar del de la norma general al no distinguirse los mandatos arbitrarios, las medidas y las órdenes administrativas de las “leyes”. En consecuencia, un simple concepto formal de Ley, lo que impone el Legislativo, hace de éste en un poder absoluto y elimina cualquier distinción entre los tres poderes clásicos. Esto supone en definitiva sustituir el absolutismo del monarca por el absolutismo de mil cabezas de los partidos políticos que, en cada momento, se alcen con una mayoría. (...)

Pues bien, en realidad, el ejecutivo y el legislativo constituyen hoy un poder fusionado en la mayoría de los regímenes parlamentarios y esta integración fáctica se ha convertido en un vehículo perfecto para el uso incontrolado del poder a favor de las facciones con mayores incentivos para organizarse y extraer privilegios del gobierno. En este contexto, el poder judicial tiene enormes dificultades para ejercer un contrapeso efectivo a la discrecionalidad ya que como instrumento para interpretar y aplicar la Ley, está sometido a lo considerado como tal por el legislativo. Este esquema institucional ha dinamitado el sistema de garantías de los derechos individuales establecido por el Estado Liberal. Desde esta perspectiva, la extensión y/o la reducción de la libertad individual reposa básicamente en algo tan frágil y tan volátil como el estado de ánimo de la opinión." (Lorenzo Bernaldo de Quirós, Las consecuencias políticas del liberalismo: La declaración de derechos y el debido proceso. 2006)

Si Hegel hablaba de "la astucia de la razón", justo es referirnos a "la astucia del poder", que una y otra vez sabe encontrar la forma de escabullirse de las constricciones que las sociedades han consiguido tejer en determinados periodos históricos para limitarlo. Como dice Bernaldo de Quirós al final del artículo, habrá que encontrar de nuevo la forma de "sacar al zorro del gallinero".

sábado, 6 de febrero de 2010

El empedrado del infierno

Los medios de comunicación se abalanzan cada mes sobre las cifras de intención de voto y las valoraciones de los líderes políticos reflejados por el Barómetro de opinión del CIS. En cambio, los datos menos coyunturales sobre las tendencias ideológicas de los españoles no suelen recibir demasiada atención. En la encuesta de enero, a las preguntas 9 y 10 (si califican como "ser de derechas" o "ser de izquierdas" una serie de palabras) los encuestados ofrecen las respuestas siguientes (clic para ampliar):

Más adelante, los resultados de la pregunta 11 ("¿cómo se definiría Ud. en política, según la siguiente clasificación?") se muestran en esta otra tabla:

Un primer vistazo a estos datos parece abonar la extendida tesis de que los españoles tienden más al centroizquierda, independientemente de lo que luego voten. Esto queda perfectamente resumido en los resultados de las preguntas 21 y 22. Cuando se pregunta a la gente a qué partido votaría mañana si se celebrasen elecciones generales, el PP adelanta en 0,7 puntos al PSOE; en cambio, cuando se pregunta por qué partido se siente más simpatía, el PSOE supera al PP en 6,1 puntos. Es decir, aunque en determinados momentos los ciudadanos den más importancia a la eficacia en la gestión, o sencillamente opten por no ir a votar, en la opinión pública predominaría la mentalidad de izquierdas. Prueba de ello, aparentemente, es que las definiciones inequívocamente de izquierdas (socialdemócrata, socialista y comunista) suman el 28,3 % de la población, mientras que las de derechas (conservador y demócrata-cristiano) aglutinan sólo al 20,7 %.

Se podría discutir si los liberales son de derechas o de izquierdas, o ninguna de las dos cosas, pero según los resultados de la otra tabla, más del 40 % de encuestados asocian liberalismo con "ser de izquierdas", y apenas la mitad lo hacen con "ser de derechas". Es más, claramente los términos asociados a la izquierda gozan de mucha mayor aceptación social que los relacionados con la mentalidad opuesta. Así, la derecha evoca conceptos hoy más bien desprestigiados, como tradición, orden, o autoritarismo, mientras que los de igualdad, derechos humanos o libertad individual parecen consustanciales a la izquierda, ateniéndonos al sentir de muchos ciudadanos.

Ahora bien, que los españoles se sientan más cómodos con la etiqueta de izquierdas, no significa que sean de izquierdas. Una cosa es ser de izquierdas y otra muy distinta decir que uno es de izquierdas o centroizquierda, porque es lo que se lleva, o porque no queremos que nos llamen fachas. Lo más verosímil es que la mayoría de la gente comparta una mezcolanza irreflexiva de ideas tanto de derechas como de izquierdas, pero que a la hora de definirse tengan sólo en cuenta estas últimas. Que el 40 % de los encuestados considere el liberalismo como parte de la tradición de la izquierda, cuando las políticas socialistas no se caracterizan precisamente por preconizar la reducción del Estado, es un dato que por sí solo nos lleva a cuestionar lo que la gente entiende por ser de la derecha o la izquierda, más allá de los chistes subnormales de Wyoming. Y qué decir de la adjudicación del nacionalismo a la derecha, cuando Rodríguez Zapatero, que se autodefine como "rojo", ha basado toda su estrategia política en el pacto con el nacionalismo catalán.

A los españoles les gusta decir que son de izquierdas, pero luego quieren disfrutar de todas las ventajas del sistema de libre mercado, incluida la de poder despotricar de él a placer. Quieren mostrarse más "avanzados" que nadie, tolerantes con la homosexualidad y las "otras formas de familia", pero a la hora de la verdad, tanto homosexuales como heterosexuales valoran por encima de todo la familia tradicional constituida por los padres, hijos, hermanos y abuelos...

Si ser de izquierdas se reduce a un catálogo de intenciones (estar "a favor de" los trabajadores, del medio ambiente, etc), y sobre todo se evitan las verdaderas cuestiones (cómo se beneficia realmente a los trabajadores, etc), no es raro que la gente corra al grito de "derechista el último". Una definición tan autocomplaciente como arbitraria hará equivaler "ser de izquierdas" a "ser buena gente", por estúpidas y nocivas que sean las políticas de esa izquierda supuestamente bienintencionada.

miércoles, 3 de febrero de 2010

lunes, 1 de febrero de 2010

El pensador Gabilondo

Según el ministro de Educación, uno de los problemas de la enseñanza es que se basa en "modelos un poco rígidos de un señor que habla y otros que escuchan". Claro, eso de aprender escuchando respetuosamente a una persona que sabe más que nosotros es de lo más carca.

Que después de los estragos causados en el sistema educativo por sujetos de la cuerda de Gabilondo, este proclame semejante gansada, que podía sonar "moderna" hace cien años, en boca de un majadero del estilo de Ferrer Guardia, constituye una muestra escalofriante del nivel intelectual de este gobierno. No es que, de Zapatero a Aído, sean incapaces de reconocer el fracaso estrepitoso de las ideas progres, ¡es que creen haberlas descubierto ellos!

Semanario Atlántico publica hoy mi artículo "Las madrasas de la plastilina", que me exime de repetir lo dicho allí.