Hace un par de semanas, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, llamaba a los socialistas a "invadir" la red, que en su opinión está en manos de la "extrema derecha". Obviamente, no se refería a FE de las JONS, ni a Democracia Nacional, sino a lo que en el PSOE y sus medios afines entienden por extrema derecha: Libertad Digital y la nube de blogs liberales próximos, entre otros. Pues nada, a los tres días, José María Izquierdo, ex corresponsal en La Habana, y veterano hombre de PRISA, recoge el guante y abre un blog alojado en El País, titulado El ojo izquierdo, en el que se dedica a hacer una revista de la prensa "cavernaria", básicamente de El Mundo, La Razón y ABC, con alguna escapada a internet y esRadio. El domingo siguiente, 21 de febrero, en El País, presentaba el nuevo sitio de manera harto elocuente. Entre las expresiones utilizadas para describir a quienes osan discrepar de la Verdad Establecida del progresismo, encontramos, en un artículo de unas quinientas palabras: "ultraderechista", "reaccionarios", "panorama aterrador", "monocorde discurso antidemocrático, en ocasiones al borde del fascismo", "ladran, pero muerden", "foie indigerible por monstruoso", "vómito", "sapos y culebras", "virulencia", "brutalidad", "rata del subsuelo bloguero ultraderechista", "ponzoña"...
Si navegamos por el blog, descubriremos que el nivel argumentativo no es mucho más elevado. Aparte de los sarcasmos rutinarios, las entradas de la primera quincena hacen honor al artículo de presentación. Aquí se nos informa de que la derecha española es "vociferente" y "venenosa", y leemos acerca del "ruidoso fluir de la saliva de los amarillos dientes de los hiénidos", de "carroña", "cloacas", "inmundicia", "paletada de basurillas", "rugir el circo", "guardianes del espíritu racial", "gruñidos y caos", "graznan, mugen, berrean", "carcundia", "obscenidades", "charca", "pantano", "cenagal", "fango" y "montaña de estiércol".
Hay que decir, para acabar de situar esto en su adecuado contexto, que el 22 de febrero, el mismo periódico publicaba otro artículo en el que cargaba contra las tertulias conservadoras de Intereconomía, Veo 7 y Libertad Digital TV, y de manera nada solapada sugería que habría que reconsiderar la concesión de licencias, es decir, defendía la censura de los medios críticos con el gobierno socialista.
Naturalmente, en un sistema democrático, esto no se podría plantear de un día para otro. Es necesaria una labor previa de escarnio, deshumanización y cosificación del enemigo, antes de que un ataque a la libertad de expresión pudiera tener suficiente apoyo, o por lo menos indiferencia social. Y es aquí donde entran los gruñidos y las cloacas. Es harto difícil justificar el cierre de un medio de comunicación, incluso de un modesto blog. Pero si se trata de una rata, o una hiena, la cosa parece más asequible.
Personajes lamentables como éste son los que pretenden dar lecciones de ética, de democracia y hasta de estilo. Pero en realidad, debemos estarles agradecidos, porque nos confirman que nos encontramos en el lado correcto.