Según el ministro de Educación, uno de los problemas de la enseñanza es que se basa en "modelos un poco rígidos de un señor que habla y otros que escuchan". Claro, eso de aprender escuchando respetuosamente a una persona que sabe más que nosotros es de lo más carca.
Que después de los estragos causados en el sistema educativo por sujetos de la cuerda de Gabilondo, este proclame semejante gansada, que podía sonar "moderna" hace cien años, en boca de un majadero del estilo de Ferrer Guardia, constituye una muestra escalofriante del nivel intelectual de este gobierno. No es que, de Zapatero a Aído, sean incapaces de reconocer el fracaso estrepitoso de las ideas progres, ¡es que creen haberlas descubierto ellos!
Semanario Atlántico publica hoy mi artículo "Las madrasas de la plastilina", que me exime de repetir lo dicho allí.