Especialmente torpe (pero revelador) este artículo de un funcionario cultural socialista sobre el catalán, en la línea del gobierno de presionar al TC. El autor, Jordi Font, fiel al ritual, empieza negando que el castellano esté en peligro en Cataluña. Seguramente no lo está, pero es que el problema no es la salud del castellano, sino la libertad de la gente para usarlo. Font, en el colmo de la ceguera (por ser benévolo), llega a decir que el modelo lingüístico catalán ha sido hasta ahora el de la "igualdad jurídica" entre ambas lenguas. ¡Pues vaya igualdad, en la que una de las dos no puede ser empleada en la escuela, salvo las dos horas semanales en las cuales se imparte como asignatura, ni en la mayoría de comunicaciones de la administración autonómica con los ciudadanos (incluyendo la sanidad), ni en los rótulos públicos ni privados!
A fin de cuentas, no debe sorprendernos, ya se sabe que para los socialistas, todos somos iguales, pero algunos son más iguales que otros.