Desde que Lenin implantara la NEP en los tempranos años veinte, otros regímenes comunistas han ensayado reformas liberalizadoras temporales y limitadas, para evitar la ruina total a que conduce inexorablemente la economía planificada. Generalmente, estos periodos van acompañados o seguidos de un notable incremento de la represión, con el fin de evitar que las reformas "degeneren" en más reivindicaciones de democracia y libertades políticas.
Cuba, después de cincuenta años de dictadura comunista, es un país más pobre y atrasado que en tiempos de Batista. Aunque por supuesto la regencia de Raúl Castro sigue manipulando los datos estadísticos para ocultar esta realidad, parece que no le queda otro remedio que adoptar algunas tímidas medidas liberalizadoras.
Un reportaje de El Mundo titulado "Cuba dice adiós al paternalismo" habla este domingo de ello. Pero me ha llamado más la atención el tratamiento del tema que este mismo. Según el corresponsal de La Habana, las nuevas reformas inquietan a los cubanos, "poco acostumbrados a la rudeza de las reglas económicas." Me pregunto si en cambio se sienten más a gusto con la rudeza de los policías o los mamporreros de los Comités de Defensa de la Revolución, que pueden efectuar registros domiciliarios a su capricho, y confiscarle a cualquiera un humilde electrodoméstico adquirido con grandes esfuerzos, por contravenir las normas revolucionarias. Por poner sólo un ejemplo entre centenares de la mezquina y constante opresión cotidiana que se vive en la isla caribeña.
Más adelante el corresponsal añade que se recortarán incluso prestaciones sociales en educación y sanidad, como si hubiera realmente mucho que recortar. Si ahora los cubanos que ingresan en un hospital han de llevarse incluso la comida o las sábanas de casa, y en las farmacias no se encuentra algo tan simple como ibuprofeno para atajar la fiebre de un niño, ya me contarán qué demonios tienen que perder los usuarios del fantástico sistema sanitario cubano.
El acabóse es ya el recuadrito que acompaña el cuerpo del texto, con el epígrafe "Aumenta la desigualdad". Dice que "se ha formado en el país una élite que destaca por su estilo de vida y su poder adquisitivo." Menudo notición. ¿No se referirá a los cargos medios y altos del Partido Comunista, por casualidad?
Bueno, al menos el reportaje no lo han titulado "El neoliberalismo amenaza al paraíso cubano". Algo es algo.