Miguel Ángel Rodríguez ha sido llevado a juicio por llamar "nazi" al doctor Montes, ya saben, el de las sedaciones del hospital de Leganés que acababan con algunos ingresados en Urgencias directamente en el Tanatorio. Esto es eficacia, y lo demás son tonterías. ¿Para qué tantas unidades de cuidados paliativos y leches, si en Urgencias se puede solucionar todo?
Aunque desde luego, al señor MAR le está bien empleado. La próxima vez, debería saber que se puede llamar nazi a Joseph Ratzinger, por ejemplo, pero no a un médico defensor de la eutanasia. Bien es verdad que Hitler fue de los primeros en utilizar la expresión "derecho a una muerte sin dolor". Y también que el precedente de la Solución Final fue el programa de liquidación de "vidas inútiles", es decir, ancianos y enfermos. (Al principio se llevó a cabo públicamente, pero ante protestas de familiares y la dura condena del obispo de Münster, se actuó con más discreción.)
Pero a cada uno lo suyo. Al doctor Montes yo no lo llamaría nazi, ni doctor Muerte, todo eso es demasiado fácil, casi vulgar. Lo apropiado es llamarlo Doctor Servatius, así, con mayúsculas en el título. Además de sonar a personaje de película de James Bond, tiene la ventaja de ser casi exacto. Bueno, casualmente el Doctor Servatius fue defensor de Adolf Eichmann en el famoso juicio de Jerusalén, pero yo no me refería a esa circunstancia, sino a que fue allí donde este personaje denominó "actos médicos" a los gaseamientos. Eso incluye también, por supuesto, las inyecciones de gasolina en el corazón, con las cuales finiquitaban a los prisioneros en la enfermería de Mauthausen.
Por suerte, hoy esos métodos brutales han quedado atrás. Un cóctel de sustancias sedantes por vía intravenosa y todo termina de la manera más dulce. ¿Quién habla de asesinato? Eso es una vulgaridad propia de la TDT ultraderechista.