San Juan de la Cruz, además de su obra literaria, fue autor de una reducida obra plástica, casi toda perdida. El místico realizó varias tallas en madera de Cristo, una escultura de una Virgen, un dibujo de la subida al Monte Carmelo y un pequeño dibujo a pluma de la crucifixión, reproducido arriba. Todos los originales se han perdido, excepto el último, aunque ha llegado a nosotros muy alterado, a consecuencia del deterioro y de una primera "restauración" muy invasiva, realizada ya en el siglo XVII. Estos datos y muchos más, de naturaleza técnica, los proporcionó Vicente Viñas, quien tras recibir el encargo de su restauración en 1968, hizo lo que buenamente pudo. El original del "Cristo de San Juan de la Cruz", como es conocido (al igual que la pintura de Dalí inspirada en él), se encuentra en el Monasterio de la Encarnación de Ávila.
Según Viñas, en la obra original el madero largo de la cruz quedaba en vertical respecto al observador. Así:
Aunque se ha acusado a Dalí de artista comercial (como si eso fuera un insulto), la visión de este Cristo crucificado, sobrevolando el mundo, conmueve a cualquiera. El original se encuentra en el Kelvingrove Art Gallery de Glasgow, del cual es uno de sus principales atractivos, visitado por miles de personas.