Aunque no lo sigo siempre, me gusta mucho el programa de Intereconomía TV "El gato al agua". Pero este martes me ha decepcionado. O sea, el problema no es si Rajoy es el líder político que necesita la derecha liberal-conservadora en este momento, sino si Federico o Pedro J. defienden una línea editorial determinada. El único que ha hablado con sensatez ha sido Román Cendoya, quien ha osado expresar sus dudas acerca de un Rajoy que ya ha perdido dos elecciones, y las últimas contra el peor presidente de la democracia española. ¿Tanto debe sorprender que haya quienes pensamos que, ante el gran salto adelante izquierdista del zapaterismo, no podemos aplazar por más tiempo la defensa sin ambigüedades de un proyecto liberal-conservador, y al mismo tiempo constatamos que Rajoy hasta ahora no ha estado precisamente por la labor? El líder del PP nos ha venido ofreciendo durante cuatro años centrismo, "mirar al futuro", buena gestión y las mismas vacuidades de esa derecha perfectamente adaptada al establishment socialdemócrata. Tan adaptada que no se distingue de él. ¿Por qué motivo deberíamos creer que en adelante lo hará mucho mejor?
Tenemos cuatro años para tratar de dar forma a un proyecto liberal conservador que debe ir mucho más lejos de lo que apuntaba el mejor Aznar -y que en gran medida se quedó en eso, en mero apunte. Un proyecto que por fin asuma con orgullo el ideario del que Federico Jiménez Losantos calificaba en su blog, dejando de lado falsas modestias, como el único think tank verdadero de la derecha liberal, Libertad Digital.
Unos meses antes de las elecciones, el discurso de prietas las filas podía tener su efectividad, porque en verdad no había tiempo para dudas desmoralizadoras. Pero ahora, sencillamente eso ya no cuela.
miércoles, 2 de abril de 2008
Intereconomía contra Federico y Pedro J.
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