Creo que así resulta más explicativo el lema de la manifestación de hoy, convocada por los sindicatos y amenizada por diversos representantes de la cultura oficialista, como Pilar Bardem y el tipejo ese tan admirado por Gallardón que realizó un videomontaje contra Hermann Tertsch, poco antes de que el periodista fuera agredido cobardemente por la espalda.
Desde luego, es intolerable que haya quien pretenda aprovecharse de la crisis. Los únicos legitimados para hacerlo son el PSOE, CC.OO, UGT y el Sindicato de la Ceja. El primero, para poder imponer a la sociedad española el proyecto intervencionista y despilfarrador de Rodríguez Zapatero; los demás para que puedan seguir viviendo del cuento, cobrando subvenciones multimillonarias, perpetrando bodrios que la mayoría no queremos ver ni en un DVD de oferta, y actuando como mamporreros agradecidos del gobierno. Todo ello, excuso decirlo, a cargo de ustedes y yo.
Se da, pues, la paradoja de que, quienes más se están beneficiando política y económicamente de la crisis, salen a la calle a protestar contra uno de los grupos que más está sufriendo sus consecuencias, los empresarios. Por si fuera poco, los convocantes se aferran a políticas regulatorias que dificultan la creación de empleo, o lo que es lo mismo, dificultan la mejora de las condiciones laborales de quienes aún conservan su puesto de trabajo, ese bien que las organizaciones sindicales contribuyen denodadamente a hacer tan escaso.
¿Para cuándo una manifestación de trabajadores (asalariados, autónomos y empresarios) contra la casta de vividores y gentuza que soportamos con nuestros impuestos?