sábado, 26 de diciembre de 2009
Otro que cae en el terrorismo por desesperación
Esta es la historia de Abdul Farouk Abdulmutallab, un pobre nigeriano que trataba de sobrevivir estudiando ingeniería en el University College London. Desesperado y humillado por las espantosas condiciones de vida que padecía en la despiadada sociedad occidental, no le quedó otra opción que intentar inmolarse en un avión en pleno vuelo, llevándose por delante a casi trescientas personas, frívolamente inconscientes de la cruel injusticia que reina en el mundo. Pero algunos insensibles pasajeros, incapaces de comprender su desesperación, y sospechando sus intenciones, se abalanzaron sobre él cuando intentaba activar un inocente artefacto explosivo.
Desde aquí quiero hacer un llamamiento para que Rodríguez Zapatero convoque la Alianza de Civilizaciones, con los siguientes puntos a tratar:
1.- Exigencia de un juicio justo para Abdul, así como que se le conceda una beca de estudios para que pueda concluir su carrera de ingeniería, en la especialidad que desee (explosivos químicos, centrifugadoras de uranio, etc).
2.- Un paquete de ayuda para Nigeria de tropecientos millones de euros, destinados especialmente a la comunidad musulmana de su estado natal.
3.- Una subvención de chorrocientos mil euros para la ONG "No a la islamofobia, muerte al infiel".
4.- Adopción de medidas de boicot contra Suiza por aprobar en referéndum la prohibición de los minaretes.
5.- Agilización de los trámites para la construcción de mezquitas en España, en una muestra de nuestra tradicional amistad con el mundo árabe desde tiempos del Caudillo.
6.- Retirada inmediata de toda la simbología cristiana de los lugares públicos, a fin de no ofender a los musulmanes residentes en España. Prohibición de toda publicidad del alcohol y de los productos derivados del cerdo. Prohibición de dibujos animados y películas en los que aparezcan cerdos, perros y otros animales impuros.
7.- Reforzamiento de los controles en los aeropuertos para que no vuelva a suceder que unos simples pasajeros puedan agredir a un fiel musulmán cuando se disponía a reunirse con Alá. Los pasajeros sospechosos de racismo y de no respetar el islam deberán ocupar asientos alejados entre sí y no podrán desabrocharse el cinturón de seguridad durante todo el vuelo.
Zapatero, en ti confiamos (pero Alá es más grande).