jueves, 8 de julio de 2010
Hacen falta más personas como Juan Arroyo
Hacen falta más personas como Juan Arroyo. Otros, pensando lo mismo que este señor ha expresado ("el aborto no es un derecho"), hubieran callado delante de la ministra por mil y un motivos. Que no es el momento adecuado, que existen otros foros donde expresarse, que quizás se ponen en riesgo patrocinios de empresas temerosas de indisponerse con el gobierno, etc, etc. El poder siempre se aprovecha de nuestras debilidades y cobardías. Por eso es tan importante que se le replique a la cara, que haya quien diga por aquí no paso. Y además, en este caso era obligado, tanto por la trascendencia del asunto (el derecho a la vida) como por la grosería de la ministra Trinidad Jiménez, poniéndose a defender el aborto en la sede de una institución de principios cristianos, y que se dedica a la integración de discapacitados psíquicos -muchos de los cuales serán exterminados en edad embrionaria o fetal, gracias a la nueva ley del aborto (y a la anterior, todo hay que decirlo).