Lo llamativo del caso no es sólo que en España siga existiendo la (auto)censura respecto al Jefe del Estado designado por Franco, sino que una información que ha sido puesta por escrito hace ya tiempo (ver más abajo), no se pueda ofrecer en televisión. Por lo visto, el establishment considera que mientras de según qué temas no se hable en la tele, el sistema está a salvo. Y lo triste es que probablemente tiene toda la razón. En este país de teleborregos, mientras ninguna televisión nacional dé el paso de cuestionarse la versión oficial del 11-M, no existe peligro de que el pueblo exija responsabilidades. ¡Cómo! ¿A qué creen que me refería con el título de esta entrada? Estaba hablando, por supuesto, de quién planeó y organizó el mayor atentado terrorista de la historia de España. Lo del rey es una broma, claro, al menos en lo que atañe a sus peripecias sentimentales, que de las de otra índole ($) tampoco se puede hablar. Por la tele, se entiende.
Bibliografía mínima:
Jesús Cacho, El negocio de la libertad, Foca, 1999. Un clásico imprescindible del periodismo de investigación y de crítica del establishment. El episodio del rey y una "famosa vedette" (a la cual no identifica explícitamente, aunque con los detalles que proporciona no es difícil hacerlo), con las rocambolescas consecuencias posteriores a la ruptura, se narra en las páginas 406-408 (5ª ed. del 2000).
Patricia Sverlo, Un rey golpe a golpe. Biografía no autorizada de Juan Carlos de Borbón. (¿2000?) Se puede descargar en pdf. Este libro apareció en las librerías hace unos años, en una editorial vasca. Por supuesto, por el medio ideológico del que proviene, debe leerse con todas las prevenciones.
Federico Jiménez Losantos, De la noche a la mañana. El milagro de la COPE, La Esfera de los Libros, 2006. En la página 28, el autor revela lo que le contó Antonio Herrero, que a su vez le había contado la propia Bárbara Rey, "que Bárbara Rey, vecina de Antonio, había ido a quejársele del acoso del CESID por una supuesta grabación de sus encuentros sexuales con el Rey, y por el terror que tenía a sufrir un 'accidente' que eliminara cualquier posible escándalo." Jiménez Losantos toma en consideración la teoría de que la posterior muerte de Antonio Herrero en un accidente de submarinismo pudiera tener algo que ver con el asunto, aunque sin darle crédito.
En fin, esto es lo que hay. El viernes que viene, a ver qué nueva amante de Ángel Cristo, o qué primo segundo del cuñado del portero de una clienta de la peluquería adonde acude Bárbara Rey aparecerá en DEC. No me negarán el morbo que tiene ver a tan aguerridos profesionales jugando a ver quién es más sutil en la manera de no pronunciar lo impronunciable.