Uno de los libros que despertaron mi pasión por la lectura fue El camino, de Miguel Delibes. A los once años, un profesor de lengua española, del colegio público de Barcelona Juan Ramón Jiménez, tuvo la feliz ocurrencia de leérnoslo entero a lo largo de varias semanas. Delibes ha muerto hoy, pero Daniel el Mochuelo, Roque el Moñigo y la Guindilla mayor vivirán siempre. Pronto leeré yo también sus peripecias a mi hijo Daniel...
P.S. ¿En qué momento se perdió la bendita costumbre de que los maestros leyeran libros en voz alta? Supongo que cuando los pedagogos progres decidieron que eso era autoritario y carca...