La judeofobia y la americanofobia es la enfermedad profesional del corresponsal extranjero. Hace tiempo que llegué a esta conclusión, y que me produce hastío leer las crónicas de la gran mayoría de ejemplares de esta subespecie periodística. Una de las razones principales por las que me convertí en lector asiduo de Libertad Digital fue que por fin existía un medio cuya información internacional no echaba para atrás. Es decir, que uno no tenía que leer los mismos topicazos progres de siempre contra los Estados Unidos e Israel.
Hoy es Javier Espinosa en la edición impresa de El Mundo. Obsérvese cómo entrevista al director de la Agencia Árabe de la Energía Atómica, Abdelmajid Mahjoub, orientando sus respuestas con preguntas descaradamente tendenciosas:
J. Espinosa: "¿Hasta qué punto la preocupación de las potencias occidentales está basada en la psicosis generada por el caso iraní?" [Nótese el término psiquiátrico, "psicosis", que sugiere que se trata de temores injustificados o exagerados.]
A. Mahjoub: "Sí, no se puede negar que contribuye. Pero me gustaría que toda esta campaña contra Irán se basara en hechos y no en presunciones. A día de hoy no hay una respuesta definitiva sobre si Irán está desarrollando armas nucleares o no. Tenemos muy malas experiencias con casos construidos con presunciones." [Negritas mías: Pobrecito Irán, una campaña montada contra él, total porque Ahmadineyah dijo que quería borrar a Israel del mapa.]
J. E.: "¿Se refiere a Irak, al que se acusó de desarrollar armas de destrucción masiva y después se demostró que era mentira?" [Negritas mías: Obsérvese la pulcra elección de los términos. No encontrar algo equivale a demostrar que no existe. Dejemos de buscar vida en otros planetas, por tanto, pues como hasta ahora no se ha encontrado, queda demostrado que no existe.]
A. M.: "Sí, ése es un ejemplo."
J. E.: "¿Por qué se han centrado las críticas de los gobiernos occidentales en Irán y no en las armas atómicas que tiene Israel?"
A. M.: "Ése es el principal problema de la región. (...)" [Te lo ha puesto a huevo, macho.]
Claro, el principal problema de Oriente Medio no es que un Estado integrista fanático de 70 millones de habitantes y una superficie el triple de la española se haga con armas nucleares, sino que un país democrático del tamaño de la Comunidad Valenciana, que lleva sobreviviendo varias décadas gracias a su ejército, y a la determinación de sus habitantes, tenga un arsenal nuclear disuasorio.
Por si alguien pudiera pensar que le tengo manía a este periodista, he podido rescatar un chat de El Mundo, realizado pocas semanas después del 11-S, en el cual alguien le preguntaba qué ocurriría si los países islámicos tuvieran el potencial económico y militar de los Estados Unidos. Respuesta de Espinosa:
"Esperemos que eso nunca ocurra porque bastante tenemos que aguantar ya con un país de cow boys como el que tenemos ahora mismo y esperemos que todo el dinero que se han gastado en ese gran arsenal se lo gasten en los países donde reina la pobreza, que son caldo de cultivo para los fanatismos."
Qué fino análisis sociológico, "país de cow-boys", "caldo de cultivo"... Con la zona cero de Manhattan todavía humeando, como quien dice, después del atentado, nuestro periodista comprometido (claro, esa debe ser la palabra), todavía cree que "bastante tenemos que aguantar" con que existan los Estados Unidos. Y yo que pienso que bastante tenemos con aguantar a mentecatos como Espinosa, que después de tantos viajes, siguen sin haber aprendido nada...
P. S.: Hablando de plagas, según Esteban González Pons, "la mayor plaga que ha conocido el planeta Tierra" es... ¿Zapatero? ¿El socialismo? Pues no, el ser humano. Sobre todo el ser humano político que acaba de convertirse a la religión del cambio climático, cabe añadir; con las honrosas excepciones, pero que cada vez van siendo menos.