No falla: Las entradas de este blog que tocan el tema del aborto, son las que más comentarios generan, a favor y en contra. Y es lógico que sea así, porque en mi opinión el aborto es la cuestión central de la guerra cultural, el centro gravitatorio alrededor del cual gira cualquier concepción sobre el ser humano y el sentido de su existencia.
Y entre los comentarios proabortistas, el tema estrella es el del sufrimiento. El progre sensible se recrea en la evocación de los padecimientos de los nacidos con Síndrome de Down o Espina Bífida, a fin de despertar adhesiones emocionales a su causa, y de paso presentar a los provida como monstruos insensibles que solo aspiran a incrementar el sufrimiento en el mundo mientras entonan el Dies Irae. Ah, y no nos olvidemos de mencionar la Inquisición, que eso siempre funciona ante la claque.
Por supuesto, los provida siempre podemos responderles con las mismas armas sentimentales. Toca aquello de "usted hubiera condenado a muerte a Stephen Hawking", etcétera. Pero el argumento esencial es que nuestros progres en realidad son unos hipócritas. Porque estos, ciertamente, empiezan consintiendo el aborto terapéutico (vamos a llamarlo así, aunque en realidad es eugenésico, en función del arbitrario umbral para definir enfermedad o malformación grave). Pero su objetivo, que nunca pierden de vista, es que se pueda abortar sin aducir ningún tipo de motivo, simplemente porque "nosotras parimos, nosotras decidimos". Es decir, que bajo la excusa de evitar el 0,15 % de nacidos con Síndrome de Down, o el 0,03 % de nacidos con Espina Bífida, tiparracas bordes como Regás acaban aplaudiendo el asesinato de millones de bebés perfectamente sanos.
Llegados a este punto, la cosa suele salirse de madre, y pasamos ya al argumentario "de clase", que si la hipócrita es la derecha que prefiere que las mujeres vuelvan a ir a Londres a abortar, etc. Por este argumento, toda prohibición debería abolirse, porque "obliga" a la gente a saltársela. Cada cual es responsable de sus actos, y ya sabemos, porque la naturaleza humana es la que es, que siempre habrá quien viole las leyes sobre el aborto, como siempre habrá quien viole el código penal cometiendo asesinatos y robos. Pero a nadie con algún centímetro cúbico útil dentro del cráneo se le ocurre que eso es un motivo para deshacernos del código penal. ¿O despenalizaremos el infanticidio y el abandono de recién nacidos, porque algunas madres supuestamente "desesperadas" lo practican?
Que hagan lo que quieran el resto de países "civilizados". Ya es hora de que en algún lugar, por ejemplo España, alguien haga algo sin importarle el qué dirán en Bruselas, en la ONU o en los editoriales de El País. Si en Occidente huele a podrido (más exactamente a cadáver), cuanto antes empiece la regeneración, mejor.