De la revista, sólo he leído dos artículos. Uno, de Federico Jiménez Losantos sobre el 11-M (pág. 43), que no por repetitivo deja de enunciar verdades como puños, y que concluye con una frase lapidaria: "Para las víctimas nunca será tarde [para saber la verdad]; para España, demasiado." Qué pena, por cierto, Arcadi Espada, tan brillante como incapaz de reconocer en el haber del diario del cual es columnista, aquello que lo inscribe en la mejor tradición del periodismo libre. La tragedia del 11-M es también la tragedia de tantas personas inteligentes que se niegan a contemplar el rostro de la Medusa, como si no pudieran soportar enfrentarse a la posibilidad (repito: posibilidad) del peor crimen de Estado cometido en una democracia.
El segundo artículo, sobre la crisis económica, se debe a Casimiro García-Abadillo (pág. 260). Se ha escrito y se escribirá sobre el tema hasta la saturación, pero pocos textos he leído de una sencillez tan radiante. No lo he encontrado en internet, así que no me resisto a colgar aquí la imagen de la edición impresa; podéis pinchar para agrandarla y leerlo entero.
