jueves, 28 de junio de 2007

La falacia de los extremos

Va cobrando forma la aparición de un nuevo partido promovido por Fernando Savater, Rosa Díez y los escindidos de Ciutadans. Veremos en qué acaba la cosa, pero me da la sensación de que se está repitiendo otra vez lo de Ciutadans, con declaraciones de equidistancia que no sé si entusiasmarán a algunos. A mí desde luego no. El partido en el poder negocia con Eta, y la oposición está en contra. Si partimos del principio según el cual es inadmisible negociar nada con criminales, no puede haber un término medio. Se negocia o no se negocia. Cualquier término medio supondrá decantarse hacia la postura de los que ven lícito negociar. Sin duda, los de Savater están por suscribir este razonamiento. Pero es que lo mismo puede afirmarse de otras cuestiones primordiales. Si yo creo que un mercado lo más libre de trabas posible es el mejor garante de la prosperidad, cualquier postura intermedia o "tercera vía" entre esta creencia y el socialismo no será la óptima para mí. Aludir en este caso, como el anterior, a la inconveniencia de los extremos, es incurrir en falacia. Naturalmente, en la cuestión del terrorismo Rosa Díez y compañía coincidirán con el PP. Pero en otras, como la actitud ante la economía de mercado, previsiblemente optarán por el aguachirle de siempre, por la lógica borrosa de "huir de los extremos" que caracteriza a la izquierda y a parte de la derecha. No veo qué ganaremos con ello.