De lo que sí me desmarco es de manifiestos como el de El País, que en el mejor estilo de los editoriales de este medio (ya saben, una de cal y otra de arena, para intentar colar el mensaje de siempre -esto solo lo arregla la izquierda- entre los tontos útiles de costumbre), pretenden "salir al paso de la oleada soberanista"... asumiendo los planteamientos básicos de los separatistas. Esto es, que si existe un "sentimiento mayoritario" entre los catalanes de saltarse la Constitución, el resto de españoles tendrá que tragar de un modo u otro. Tiene gracia que la izquierda se plantee como antídoto contra los nacionalismos separatistas, cuando ideológicamente no ha hecho más que abonarles el terreno, denigrando durante décadas todo lo que sonara a español.